Imagina que estás en una reunión o una entrevista de trabajo con personas a las que por X motivos quieres caer bien. Te presentas charlas un rato y te vas. Vale, lo que van a pensar y a decir sobre ti después de que cruces esa puerta es tu marca personal.
Desde que nacemos tenemos una marca personal que deja huella.
De una forma u otra en los que nos rodean y marca nuestras relaciones con el mundo. La marca personal de cada uno no se crea ni se destruye, la marca personal se gestiona.
Tu marca personal no es tu imagen, no es el trabajo que haces o el puesto que ocupas, no es el dinero que tienes, ni estar presente en las redes sociales.
Tu marca personal no es ni siquiera lo que tú crees que eres si no lo que los demás creen que eres teniendo en cuenta todas las cosas que acabo de decir y muchísimas otras. Así que si lo que tú crees que eres está muy alejado de la percepción que tienen los demás sobre ti, tienes un problema.
No te engañes y toma conciencia de quién eres y de tu puesta de valor, en qué destacas, en qué eres diferente, qué es lo que estás dispuesto a hacer por los demás. Esta es tu verdadera puesta de valor y sobre la que tienes que trabajar.
Una vez que sabemos quiénes somos y cómo podemos aportar valor a los demás, tenemos que definir quiénes son los demás. Para gustos están los colores y no todas las personas buscan lo que estás dispuesto a ofrecer. Tu puesta de valor empieza en ti pero acaba cuando llega a los demás y cuanto más y mejor definas a tu público objetivo más posibilidades habrá de que estas personas estén interesadas en lo que puedes ofrecerles.
Una vez que tienes a tu público objetivo definido y sabes qué quieres y qué puedes ofrecerle (siempre desde la honestidad), es hora de pensar cómo vas a llegar a ellos.
Por supuesto, el cara a cara tiene un papel fundamental y completamente decisivo. Un apretón de manos, una buena conversación y un abrazo es la mejor presentación. Pero si lo que queremos es llegar a personas que no nos conocen todavía o no lo suficiente, entramos en tu marca personal en Internet que a mí me gusta definir como la proyección de tu persona en el mundo digital.
Con Internet, tenemos un sinfín de herramientas para dar a conocer nuestro mensaje y que este cale y llegué hasta el corazón de las personas. Porque ahí es donde se forjan las relaciones. Nunca tenemos que olvidarnos de que siempre estamos tratando con personas. SIEM-PRE.
¿La marca personal es una moda?
La marca personal o marketing individual no es una moda pasajera como algunos se atrevieron a decir hace algunos años. Y es que, aunque siempre ha sido una estrategia utilizada para aumentar el valor de un profesional en el amplio y saturado mercado laboral, con la llegada de las nuevas tecnologías y las redes sociales es mucho más fácil de implementar. No depende tanto de tu recursos económicos como de tus capacidades personales y habilidades profesionales.
Recuerda que nos encontramos en un mercado saturado de profesionales competentes. Todos tienen tan fácil como tú hacerse un perfil en Facebook o llenar los campos de su perfil de LinkedIn por lo que la gestión de tu marca personal es un imperativo. Si eres capaz de descubrir tu grandeza y mostrársela al resto con un mensaje claro. Calarás hondo, serás recordado, reconocido, elegido y recomendado. Incluso cuando te des la vuelta y cruces esa puerta. 😉
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